El Esquema Fenicio: Belleza Vacía
POR: FER LOZADA
31-05-2025 15:30:48

El Esquema Fenicio, lo más reciente del aclamado director texano Wes Anderson, es una película que entrega una especie de comedia de acción con la estética -sello- del autor, llena de nombres imponentes en su elenco, explora de la mano de su impoluta fotografía una Europa de los años 50; todo bien hasta ahí, pero después de su estreno en el Festival de Cannes muchos la han alejado brutalmente del trabajo anterior del director de obras como Isle of Dogs o El Gran Hotel Budapest por su aparente carencia de alma diciendo que se enfrentan a una “belleza vacía”.
Protagonizada por Benicio del Toro, la película narra la historia de Anatole Zsa-Zsa Korda un multimillonario que desarrolla la trama al explorar la relación padre e hija que tiene con Liesl a quien no visto ni ha tenido contacto con en un buen tiempo por la decisión que ella ha tomado de tomar los hábitos y unirse a la iglesia; ahora deben reencontrarse cuando él toma la decisión de dejarla a ella como única heredera de su fortuna mientras al tiempo trata de levantar uno de los proyectos más ambiciosos que ha tenido llamado ‘El Esquema de infraestructura Fenicia por tierra y mar de Korda’ y por sucesión natural al ser uno de los más grandes empresarios se ha ganado la atención de muchos y con ella su amenaza gracias a negocios truculentos, estafas y corrupción (premisa que busca construir la comedia a través de la oposición ideológica con su hija que es aspirante a monja de clausura).
El género se define con las eventualidades más que con la construcción de los personajes, situación que probablemente vuelva un poco desalmada a la historia pues al ver una comedia de situación las risas se generan espontánea y esporádicamente en lugar de tomarse el tiempo de construir empatía para los personajes con el público. Aunque si bien podríamos excusarla con el hecho de que es una comedia oscura y con mucha acción definitivamente se siente distinta a otras historias, podría ser que esta vez la atención no fue capturada por la narrativa desde un inicio y eso da pie a que nos concentremos en otras características que aunque están bien realizadas, ya las conocemos, planos ultra simétricos, una colorimetría preci(o)sa y en este caso un número de cameos innecesarios, ¿por qué tener a un Tom Hanks, un Bill Murray o un Willem Dafoe en papeles pequeñísimos? Tal vez ya censaban que iban a necesitar un valor de producción distinto al narrativo en algún momento.

La cantidad de atentados que sufre Zsa-Zsa en algún punto se vuelve ligeramente absurda pero estamos conscientes como espectadores que eso es algo común en la ficción de Anderson, aunque esta vez sí se siente como una justificación vaga, el resultado es bello visualmente, la dirección se siente familiar y algo a lo que ya estamos acostumbrados aunque esta sea una apuesta “diferente” en género frente al drama que siempre cobija al director, historias emocionalmente fuertes que juegan con el tono; El Esquema Fenicio resulta en una comedia de enredos levemente genérica pero entretenida, posiblemente el director había puesto la vara alta y esta vez apostó por algo que muchos encontramos que ‘no dio la altura’.
Anderson ya se encuentra trabajando en una nueva cinta y esperamos que nos entregue todo aquello a lo que nos tenía acostumbrados y no apreciamos hasta que no lo encontramos más detrás de sus colores y su simetría perfecta, mientras tanto El Esquema Fenicio ya está disponible en salas de cine.
El Esquema Fenicio, lo más reciente del aclamado director texano Wes Anderson, es una película que entrega una especie de comedia de acción con la estética -sello- del autor, llena de nombres imponentes en su elenco, explora de la mano de su impoluta fotografía una Europa de los años 50; todo bien hasta ahí, pero después de su estreno en el Festival de Cannes muchos la han alejado brutalmente del trabajo anterior del director de obras como Isle of Dogs o El Gran Hotel Budapest por su aparente carencia de alma diciendo que se enfrentan a una “belleza vacía”.
Protagonizada por Benicio del Toro, la película narra la historia de Anatole Zsa-Zsa Korda un multimillonario que desarrolla la trama al explorar la relación padre e hija que tiene con Liesl a quien no visto ni ha tenido contacto con en un buen tiempo por la decisión que ella ha tomado de tomar los hábitos y unirse a la iglesia; ahora deben reencontrarse cuando él toma la decisión de dejarla a ella como única heredera de su fortuna mientras al tiempo trata de levantar uno de los proyectos más ambiciosos que ha tenido llamado ‘El Esquema de infraestructura Fenicia por tierra y mar de Korda’ y por sucesión natural al ser uno de los más grandes empresarios se ha ganado la atención de muchos y con ella su amenaza gracias a negocios truculentos, estafas y corrupción (premisa que busca construir la comedia a través de la oposición ideológica con su hija que es aspirante a monja de clausura).
El género se define con las eventualidades más que con la construcción de los personajes, situación que probablemente vuelva un poco desalmada a la historia pues al ver una comedia de situación las risas se generan espontánea y esporádicamente en lugar de tomarse el tiempo de construir empatía para los personajes con el público. Aunque si bien podríamos excusarla con el hecho de que es una comedia oscura y con mucha acción definitivamente se siente distinta a otras historias, podría ser que esta vez la atención no fue capturada por la narrativa desde un inicio y eso da pie a que nos concentremos en otras características que aunque están bien realizadas, ya las conocemos, planos ultra simétricos, una colorimetría preci(o)sa y en este caso un número de cameos innecesarios, ¿por qué tener a un Tom Hanks, un Bill Murray o un Willem Dafoe en papeles pequeñísimos? Tal vez ya censaban que iban a necesitar un valor de producción distinto al narrativo en algún momento.
La cantidad de atentados que sufre Zsa-Zsa en algún punto se vuelve ligeramente absurda pero estamos conscientes como espectadores que eso es algo común en la ficción de Anderson, aunque esta vez sí se siente como una justificación vaga, el resultado es bello visualmente, la dirección se siente familiar y algo a lo que ya estamos acostumbrados aunque esta sea una apuesta “diferente” en género frente al drama que siempre cobija al director, historias emocionalmente fuertes que juegan con el tono; El Esquema Fenicio resulta en una comedia de enredos levemente genérica pero entretenida, posiblemente el director había puesto la vara alta y esta vez apostó por algo que muchos encontramos que ‘no dio la altura’.
Anderson ya se encuentra trabajando en una nueva cinta y esperamos que nos entregue todo aquello a lo que nos tenía acostumbrados y no apreciamos hasta que no lo encontramos más detrás de sus colores y su simetría perfecta, mientras tanto El Esquema Fenicio ya está disponible en salas de cine.