El teléfono negro 2, un gélido e intrigante retorno de ultratumba
POR: DE MONSTERMASH
17-10-2025 10:38:47

Cuando una película es ya de por sí casi perfecta, es pecaminoso y sacrílego hacerle una secuela, como todos lo pensamos al enterarnos que The Black Phone (2021) tendría continuación. Sin embargo, contrario a lo que habríamos esperado, su continuación, El teléfono negro 2 es mucho más tensa, emocionante y oscuramente divertida de lo que uno esperaría.
Tras algunos años de haber sobrevivido a su tormento a manos del Grabber (Ethan Hawke) y de los fantasmas de sus víctimas, Finney (Mason Thames) intenta olvidar su pasado a costa de la autodestrucción. Sin embargo, cuando su hermana Gwen (Madeleine McGraw) empieza a desarrollar el don maldito de escuchar a los muertos, ambos deberán afrontar sus demonios para detener al hombre que una vez los atormentó en vida y, ahora, también desde el gélido infierno.
Los protagonistas juveniles y el maravilloso Ethan Hawk junto con el nunca decepcionante Scott Derrickson regresan para esta secuela que, como toda buena continuación, viene cargada de más dosis de suspenso, más fantasmas, más sangre y muchos más secretos por revelar.
Para ser claros desde el inicio, sí, El teléfono negro 2 –siendo propiedad de Blumhouse- es otra de tantas películas de terror comerciales que tienen sustancia pero nada de complejidad. Es un producto totalmente digerible al que no hay que buscarle trasfondos ni significados complejos para poder disfrutarla, sino simplemente dejarse llevar; justo como su primera parte.
Con esto nos referimos a que tiene los jumpscares, el humor, el suspenso y la violencia necesaria para entretener, más no para traumar. Por ello, es una película de terror extremadamente entretenida de inicio a fin, con misterios que se revelan poco a poco, una atmósfera gélida y, más importante aún, un villano que refuerza su presencia como un ícono moderno del género.

Y es que aunque en esta secuela The Grabber (Hawke) es ya más una presencia al estilo Freddy Krueger que un serial killer de la vida real, su retorno –contrario a lo que quizá todos habríamos esperado- está totalmente justificado y sostenido por una trama bien pensada y lograda (de nuevo, dentro de lo que el cine de terror comercial más decente exige).
Así, tenemos que The Black Phone 2 es una historia de fantasmas con giros un tanto inesperados, sorpresas y elementos juveniles que no le restan suspenso e intriga a la misma. Sin embargo, es hasta la mitad de la trama que esta se potencializa, ya que es cuando Hawke vuelve a aparecer como el enemigo a vencer, está vez, siendo un ser completamente sobrenatural y mucho más enojado, violento y peligroso que su anterior existencia terrenal. Mención aparte a su increíble diseño.
Y aunque la película peca de tener demasiados FX y una que otra incongruencia argumental, lo cierto es que El teléfono negro 2 puede no superar a la primera; en el mejor de los casos está a la altura de esta, pero, bajo ningún escenario, es una mala continuación. Así que el único miedo que tengan al verla, sea el del temor de ver al hombre enmascarado en sus sueños.

Cuando una película es ya de por sí casi perfecta, es pecaminoso y sacrílego hacerle una secuela, como todos lo pensamos al enterarnos que The Black Phone (2021) tendría continuación. Sin embargo, contrario a lo que habríamos esperado, su continuación, El teléfono negro 2 es mucho más tensa, emocionante y oscuramente divertida de lo que uno esperaría.
Tras algunos años de haber sobrevivido a su tormento a manos del Grabber (Ethan Hawke) y de los fantasmas de sus víctimas, Finney (Mason Thames) intenta olvidar su pasado a costa de la autodestrucción. Sin embargo, cuando su hermana Gwen (Madeleine McGraw) empieza a desarrollar el don maldito de escuchar a los muertos, ambos deberán afrontar sus demonios para detener al hombre que una vez los atormentó en vida y, ahora, también desde el gélido infierno.
Los protagonistas juveniles y el maravilloso Ethan Hawk junto con el nunca decepcionante Scott Derrickson regresan para esta secuela que, como toda buena continuación, viene cargada de más dosis de suspenso, más fantasmas, más sangre y muchos más secretos por revelar.
Para ser claros desde el inicio, sí, El teléfono negro 2 –siendo propiedad de Blumhouse- es otra de tantas películas de terror comerciales que tienen sustancia pero nada de complejidad. Es un producto totalmente digerible al que no hay que buscarle trasfondos ni significados complejos para poder disfrutarla, sino simplemente dejarse llevar; justo como su primera parte.
Con esto nos referimos a que tiene los jumpscares, el humor, el suspenso y la violencia necesaria para entretener, más no para traumar. Por ello, es una película de terror extremadamente entretenida de inicio a fin, con misterios que se revelan poco a poco, una atmósfera gélida y, más importante aún, un villano que refuerza su presencia como un ícono moderno del género.

Y es que aunque en esta secuela The Grabber (Hawke) es ya más una presencia al estilo Freddy Krueger que un serial killer de la vida real, su retorno –contrario a lo que quizá todos habríamos esperado- está totalmente justificado y sostenido por una trama bien pensada y lograda (de nuevo, dentro de lo que el cine de terror comercial más decente exige).
Así, tenemos que The Black Phone 2 es una historia de fantasmas con giros un tanto inesperados, sorpresas y elementos juveniles que no le restan suspenso e intriga a la misma. Sin embargo, es hasta la mitad de la trama que esta se potencializa, ya que es cuando Hawke vuelve a aparecer como el enemigo a vencer, está vez, siendo un ser completamente sobrenatural y mucho más enojado, violento y peligroso que su anterior existencia terrenal. Mención aparte a su increíble diseño.
Y aunque la película peca de tener demasiados FX y una que otra incongruencia argumental, lo cierto es que El teléfono negro 2 puede no superar a la primera; en el mejor de los casos está a la altura de esta, pero, bajo ningún escenario, es una mala continuación. Así que el único miedo que tengan al verla, sea el del temor de ver al hombre enmascarado en sus sueños.







